El 29 de abril teníamos prevista la visita de Concha López Narváez para los alumnos de 1º de ESO que leyeron La tejedora de la muerte.
Pero, unos días antes, nos avisaron de que la autora estaba enferma y la sustituyeron por el ilustrador de esa obra, Rafael Salmerón, su hijo. Rafael nos habló de otra percepción de la labor creativa: la de la ilustración. Y nos dejó dibujada, de recuerdo, a la tejedora de la obra. Sin duda, fue una experiencia muy enriquecedora.
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